Hay un refrán que dice “la primavera, la sangre altera”.
Algunos se quedan más nerviosos, mientras otros experimentan una sensación de debilidad y de decaimiento que nos ocurre principalmente al principio de la primavera. Pero todo eso no quiere decir que no podamos sacar buen partido de esta estación. Los colores y la buena luz que nos trae la primavera nos invita a salir de casa, y a disfrutar de la vida, de nuevos olores y sabores que salen de la cocina en primavera.
Los buenos y frescos alimentos que nos da la estación nos llenarán de vitaminas. Y minerales que tendrán la función de regular todos nuestros procesos endocrinos, ya que si bien, nutrirse con productos frescos es siempre básico, en estos meses además puede ser delicioso ya que se encuentran diferentes tipos de verduras y frutas que no vemos en otras estaciones del año y que además están en su mejor momento.
Lo mejor de la primavera
Si vas al mercado en esta época, podrás observar que hay un enorme surtido de alimentos. En primavera, podemos encontrar casi de todo.
- Frutas: Fresas, gran variedad de pera, cereza, limón, manzana, bananas, frutillas, ciruelas, pomelo, ananá, níspero y durazno entre otros.
- Verduras: Acelga, berenjenas, berro, ajos, apio, cebolla, espárragos, espinacas, habas, gran variedad de lechugas y zanahorias, además de otra gran variedad que seria bueno conocer no?.
- Pescados y mariscos: congrio, merluza, bacalao, arenque, atún, bonito, anchoa, centollo, calamar, gamba.
- Además de las carnes varias, cereales y todo tipo de lácteos que siempre tenemos disponibles.
Dieta primaveral
Conviene que en esta temporada que antecede al verano, proporcionemos a nuestros cuerpos las vitaminas tan necesarias para mejorar el estado de salud en general, y evitar asi que el medico nos prescriba vitaminas en modo de medicamentos….si las tenemos disponibles en los alimentos!!!!!, no necesitamos consumirlas de modo artificial.
Con el calor que ya está a la puerta, las personas suelen hacer más ejercicios físicos, con lo cual necesitarán de más energía para mantenerse firmes, con lo cual necesitamos incluir en nuestro plan alimentario diario lo siguiente:
Para el desayuno tener presente que la leche es un alimento básico en cualquier dieta. Con preparados solubles de cereales o de cacao, los niños tendrán sus energías renovadas. El pan, así como las galletas, cereales, son también básicos. Si puedes utilizar los que aportan más fibra, mejor. Es aconsejable incluir algo de fruta al desayuno, alguna pieza o jugo de naranja, o licuado de frutas.
Durante las comidas es importante recordar que cuanto más verde, mejor. Eso significa empezar cada comida con una ensalada de lechuga, espinacas, escarola, rúcula, achicoria o simplemente con tomates o zanahoria, etc. Las verduras frescas y legumbres también son aconsejables para acompañar carnes, pescados o huevos. Con respecto a la cenas, cuanto más ligeras, mejor. Un caldo vegetal o un puré de verduras es la mejor manera para empezar una cena. Además, las hortalizas son bienvenidas. Se puede preparar una nutritiva ensalada a base de lechuga, zanahoria, remolacha, tomates, espárragos, pepino, y otros vegetales.
No se debe olvidar de la hidratación. Beber mucho agua, lo que favorecerá a la función renal e intestinal. Entre horas se puede permitir dos picoteos a base de frutos secos, macedonia de frutas, yogures, licuados de frutas, leche, etc.
